Barbería vs. peluquería: ¿Cuál es la diferencia?

6 oct 2018
3 min de lectura
Barber and hairdresser
Es imposible no haber oído el término barbería en la última década o dos. Llegó como una resurrección en algunas partes del mundo y podías ver barberías surgiendo en cada esquina. Pero en el mundo de los peluqueros y las peluquerías, ¿por qué necesitamos barberías y cuál es la diferencia en el servicio prestado? Pero primero, empecemos por la historia.

¿De dónde viene la barbería?

La historia de la profesión de barbero se remonta muy atrás en el tiempo, incluso hasta antes de Cristo. El oficio de barbero siempre se tuvo en gran estima. Los barberos solían ser ayudantes de sacerdotes y médicos, y más tarde realizaban ellos mismos intervenciones quirúrgicas y dentales. Como dato curioso, el poste de barbero que ves colgado en la pared de cada barbería representa la historia de cuando los barberos realizaban estos procedimientos, como la sangría (de ahí el color rojo).

Sin embargo, con el desarrollo de la medicina, perdieron sus privilegios y se convirtieron en "simples" asesores de moda y belleza. El oficio cayó en desgracia, pero a finales del siglo XIX se había recuperado y transformado en barberías para hombres.

Barbero vs. peluquero: La diferencia

¿Qué te espera cuando cruzas el umbral de un establecimiento así? Si eres una chica o una mujer, probablemente nada, es un asunto exclusivamente masculino. En los primeros tiempos de las barberías, se hablaba incluso de lugares donde las mujeres no sólo no podían entrar, sino que incluso tenían miedo de hacerlo.

La experiencia

Si eres hombre y tienes barba, te espera una experiencia insólita. A finales de los siglos XIX y XX, las barberías para hombres solían ser un lugar donde no sólo te acicalaban el aspecto, sino que también discutían temas políticos y sociales de actualidad, te encendían un puro de tu elección o brindaban por ti con un trago de buen whisky. Y muchas de las barberías actuales siguen esa tradición.

Las competencias

Un peluquero normal te hará un corte de pelo en veinte minutos por un precio justo. No tiene nada de malo si eso es lo que buscas: un peinado rápido y limpio. Por supuesto, hay peluquerías en las que se tomarán el tiempo de mimarte, pero normalmente el pelo corto tarda más en cortarse.

Una peluquería es diferente. Nada más entrar, es probable que veas sillas de cuero grueso, muebles de madera, una decoración discreta y un conjunto de herramientas listas para arreglarte el pelo y la barba según las últimas tendencias.

Si tienes suerte, puede que también veas la clásica maquinilla de afeitar que hoy vemos sobre todo en las películas americanas. No te preocupes, afeitarse con ella no está prohibido, como suele decirse en la sociedad, sólo requiere una preparación especial previa, que incluye la aplicación de un jabón especial unos minutos antes del afeitado para ablandar la barba y, como resultado, afeitarse mejor.

Además, un gran número de barberías reservan al menos una hora para que el cliente se ocupe suficientemente no sólo del pelo y la barba, sino a menudo también de la piel o las uñas. También puedes pagar un extra por un masaje, una exfoliación o una mascarilla facial.

Las herramientas y los productos

Las herramientas que utiliza un barbero suelen ser diferentes de las que utiliza un peluquero. En ambos verás las clásicas tijeras y recortadoras, pero el barbero también puede utilizar maquinillas y otras herramientas para crear el mejor estilo de pelo y barba.

Además, los productos de cada establecimiento pueden ser un poco diferentes. En las peluquerías, es probable que veas más productos para peinar el pelo, ya sea corto o largo, como laca o gomina. En cambio, un barbero tendrá una gama de productos desarrollados y diseñados para la barba y podrá recomendarte lo que debes usar para mantenerla recortada.
Hairdresser cutting hair

¿Y el precio?

Como probablemente puedas adivinar, el nivel de servicio influye en el precio final. Si el tratamiento incluye un lavado, un corte de pelo masculino, un afeitado, un masaje exfoliante, una envoltura de manos, un masaje de cabeza y hombros, o incluso una copa de alcohol, el precio puede subir hasta los 85 $. Sin embargo, el corte de pelo y el afeitado en sí suelen ser más baratos.

Visitar una barbería o una peluquería depende, en última instancia, de si buscas un corte de pelo limpio y perfecto o quieres una experiencia que cuide de tu pelo, tu barba y, potencialmente, incluso tu alma.

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